La vida no es hoy... ni mañana... ni ayer... Es todo eso, unido en un continuo presente. La vida ES. ¿Todo? ¿Nada? Una forma de saberlo es abrir el corazón para aprender a vivirla.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Mi barrio




        I         
Cruces de Mayo, la cruz de mi barrio,
llena de colores, de primavera,
bajo un cielo azul y limpio, piel primera,
que cubre en silencio tu sudario.

Cada año, como cuentas de rosario
desgranando la llama de la espera,
cada misterio es rica sementera
que cosecha y esparce el campanario.

Fiesta de flores, luces y alegría,
y en medio tú, mi cruz, mi vieja cruz,
callando con temor hoy los dolores

para que esta nohe no haya agonía
y la vieja ilusión cante a la luz
despertando al corazón en amores.

II

Hoy en silencio y con amor te canto,
como si fuera ésta una despedida,
a tu lado, en la noche confundida,
solo tú, mi vieja cruz, oyes mi llanto.

¡Otro día! El sol llama en las paredes,
fuertes y risueñas enredaderas,
mantones y guitarras carceleras,
trás las rejas, almas de viento y redes.

Claveles y faroles encendidos
en las piedras del alma de mi calle,
un barrio y unos años tan queridos

con una mano amiga sobre el talle,
y en mi corazón a fuego esculpidos
un barrio y una cruz donde me halle.

III

Pasado Mayo sobre la pendiente,
te ves muy gris sobre tu blanca piedra,
se fué la fiesta y el farol ardiente
y el abrazo que ayer te dió la hiedra.

Hoy solo queda el recuerdo que siente
aturdido y solo mi corazón,
quebrado en el silencio y sin razón,
enredado en tus andas como serpiente.

Se fueron las centellas y las rosas,
la hermosura, las luces y la fiesta,
los trajes de faralaes y la seda.

Envoltorios de ayer cubren las cosas,
la alegría por hoy echa la siesta;
la pena, sola, en el corazón queda.

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