La vida no es hoy... ni mañana... ni ayer... Es todo eso, unido en un continuo presente. La vida ES. ¿Todo? ¿Nada? Una forma de saberlo es abrir el corazón para aprender a vivirla.

miércoles, 25 de abril de 2012

Who Are You.....Really?




Who Are You.... Really - 27 Translation(s) | dotSUB


Cuántas veces nos hemos preguntado: ¿Quién soy yo? y ¿Cuántas respuestas nos hemos dado? ¡Tantas y tan diferentes cada vez! Hasta que al final nos quedamos en aquella que sabemos, que sentimos que es la verdad de lo que somos. Somos seres que percibimos la realidad en la que vivimos y tomamos conciencia. Somos conciencia. 
¿Quién soy yo? Soy percepción y conciencia. Soy conciencia. 
Una conciencia amplia, ilimitada a la que por ignorancia, miedo... reduzco y limito. Percibo la realidad que vivo bajo unas creencias, unas normas aprendidas y asimiladas y si me quedo aquí, mi conciencia se quedará enclaustrada. Es por eso que deseo ir más allá de esos limites impuestos y autoimpuestos. Cuando decido ampliar mi conciencia empiezan a caer velos, barreras...la visión se hace más amplia, el corazón se llena de energía nueva, el horizonte cambia. Todo cambia cuando mi conciencia da cabida a otras formas de ver, de sentir, de ser. Todo cambia cuando me doy cuenta de que he juzgado mi vida con la forma de verla y me doy cuenta de que todo es mucho más amplio. No hay un "si" o un "no", todo es como es y ahora lo acepto sin juicios. El mundo es más amplio de lo que creí y mi horizonte cambia conforme voy cambiando. Todo está dentro de mí: el agua, el viento, la tierra, el fuego... y se refleja fuera. Nunca me paré a escucharles en mi interior. La vida que veo fuera, en los seres que me rodean, en los paisajes que contemplo, en las experiencias que vivo...me dicen si de verdad estoy cambiando por dentro, si de verdad voy tomando conciencia o sigo igual de dormida. Los limites de mi conciencia no son los del cuerpo en el que habito, pero este cuerpo si es el que me ayuda a vivir experiencias que abren y amplian la conciencia que soy.

Transcribo lo que viene en este video, lo he cogido del enlace que también comparto y que ya viene subtitulado.
Who Are You...Really? ¿Quién soy yo...en realidad?
 Cualquier pensamiento que tengamos sobre nosotros-as mismos-as, pequeño o desmesurado, no es quiénes somos en realidad. Es solo un pensamiento. La verdad de quién eres, quién soy, no puede ser pensada porque ella es la fuente de todos los pensamientos. No se puede definir o darle nombre. Palabras como alma, luz, Dios, verdad, ser, consciencia, inteligencia universal o divinidad, aunque sean capaces de evocar el éxtasis de la verdad, son insuficientes como descripción de la inmensidad de quienes somos realmente. Independientemente de cómo nos identifiquemos: como niño, niña, adolescente, padre, madre, una persona más adulta, saludable, enferma, que sufre o que está iluminada, siempre, detrás de todo eso, está la verdad. No es ajena a tí ni a mí. Está tan cerca que no puedes creer que eres tú, que soy yo. No existe un concepto para definir la verdad de quiénes somos, ignorante o iluminado, inútil o grandioso. La verdad está libre de todo eso. Ya eres, soy, libre, y todo lo que nos impide llegar a esa libertad es el apego a alguna idea que tenemos acerca de nosotros-as. Este pensamiento no impide que seamos la verdad de quienes somos. Ya lo somos. Nos separa del descubrimiento de quienes somos realmente. Invito a dejar que nuestra atención se sumerja en aquello que siempre ha estado ahí, esperando abiertamente por su propio auto-descubrimiento. ¿Quienes somos realmente? ¿Alguna imagen que aparece en nuestra mente? ¿Alguna sensación que aparece en nuestro cuerpo? ¿Alguna emoción que pasa por nuestra mente o nuestro cuerpo? ¿Algo que alguien dice que somos? o ¿La rebeldía contra algo que alguien ha dicho que somos? Estos, solo son errores de identificación que van y vienen, nacen y después mueren. La verdad no viene y se va, está presente antes del nacimiento, durante toda la vida y después de la muerte. Descubrirla es nuestro derecho de nacimiento. Cualquier pensamiento de que este descubrimiento no es para tí o para mí, que aún no es tiempo, que ya sabemos quienes somos, son solo trucos de la mente. Es hora de investigar este pensamiento y ver que validez tiene realmente. En esta investigación existe una apertura para que la conciencia inteligente que somos, finalmente se reconozca a sí misma. La pregunta más importante que podemos hacernos es: ¿Quién soy yo? Esta pregunta la hemos hecho en cada etapa de la vida. Toda actividad sea individual o colectiva, es motivada en su raiz por una búsqueda de auto-definición. Normalmente, buscamos una respuesta positiva a esta pregunta y huimos de la negativa. Cuando se vuelve explícita, el impulso y el poder de la pregunta orientan a la busqueda de la verdadera respuesta, la cual está abierta, viva y llena de una comprensión cada vez más profunda. Hemos experimentado tanto el éxito como el fracaso. Después de un cierto tiempo, nos damos cuenta de quienes somos y a menos que esta pregunta haya sido respondida, no solo convencionalmente, seguiremoss con el hambre de saber. No importa como hayamos sido definido por los otros bien intencionado o no y no importa como nos hayamos definido. Ninguna definición puede traerte una certeza duradera. El momento en que reconocemos que ninguna respuesta ha satisfecho esta pregunta es crucial. A menudo se le denomina como momento de madurez espiritual. Es entonces cuando podemos investigar, conscientemente, quienes somos en realidad. En su poder y simplicidad la pregunta llega a la raiz de la identificación personal, la hipótesis  básica: yo soy alguien, en vez de asumir esta  suposición como la verdad, podemos investigar más. Este pensamiento conduce a estrategias como: soy mejor alguien, más protegido, con más placer, más confortable, más realizado... Pero cuando es cuestionado, la mente encuentra el yo que estaba separado de lo que ella estaba buscando. Esto se llama auto-investigación. Es la pregunta que más se pasa por alto. Pasamos el tiempo diciendo que somos alguien importante, sin importancia, grande, pequeño...sin cuestionarnos nada ¿Quienes somos realmente? Cuando llevamos la atención a esta pregunta, tal vez veamos una entidad que tiene nuestra cara y nuestro cuerpo, pero ¿quién es consciente de esa entidad? ¿Somos el objeto o la percepción del objeto? El objeto viene y va, el padre, la madre, el niño, la niña, los amantes, abandonados, iluminados, victoriosos o derrotados. Todo esto viene y va. La percepción de estas identificaciones está siempre presente. La errónea identificación  de uno mismo como algún objeto dentro de la percepción, lleva al extremo placer o  al extremo dolor y a ciclos interminables de sufrimiento. Cuando descubrimos y aceptamos que somos la propia conciencia la busqueda en los pensamientos termina. Solo nos  reconocemos a nosotross mismos inseparables de cualquier otra cosa. Somos libres, completos, infinitos. Somos la percepción, la conciencia.

2 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Interesante Tere. Una reflexión que hay que tener muy en cuenta.
Besicos muchos guapa.

Tere dijo...

Gracias, preciosa. Seguro que tu reflexión también ayuda a ampliar esa conciencia. Ya nos hablamos. Besicos