¿Dónde estoy?, ¿Por dónde llegué hasta aquí? No sé por qué puerta he entrado ni dónde se encuentra ésta. Solo me siento como debe sentirse una hormiga pequeña, muy pequeñita y muy sola ante algo tan grande y frío.
Si alguien me preguntara:
-¿Dónde estás?
Le diría:
-Metida en un tubo de ensayo. Solo que no es de cristal, sino de una materia opaca, de un color grisáceo, como el acero.
La luz que lo llena todo es fría, como todo este lugar. El aire es pesado, denso y hace que mi respiración sea dificil y que un sudor frío cubra mi piel.
Busco ese recodo por donde entré aunque las paredes son lisas, duras, y no hay grietas ni ranuras que me hagan ver que puedo escapar de aquí. Hago "toc, toc" con mis nudillos por todos sitios hasta casi sentirlos sangrar, doy patadas esperando que el sonido de la pared cambie... Me duelen las rodillas, los codos, los nudillos, los dedos de los pies... y el eco me devuelve el mismo sonido que reverbera en mis oidos que parecen a punto de estallar.
Todo está limpio, asépticamente limpio y vacío de vida. ¡No hay vida!, ni siquiera visita este lugar una brizna de hierba, una flor pequeñita, un grano de arena, una pequeña y juguetona mariposa...¡nada! Me disgusta esta frialdad, esta luz artificial que lo llena todo y quiero salir. ¿Por dónde vine a parar aquí? ¿Qué puerta crucé?
-¡Quiero salir, quiero saliiiir! -Grito a la vez que el eco.
De repente todo estalla dentro de mí, el grito, el eco, la luz fría y la fría soledad y veo mi cuerpo desintegrarse, rompiéndose en mil pedazos que rebotan, como el eco, en esas paredes frías y lisas que por fin se llenan de vida y se abren a un nuevo día.
Si alguien me preguntara:
-¿Dónde estás?
Le diría:
-Metida en un tubo de ensayo. Solo que no es de cristal, sino de una materia opaca, de un color grisáceo, como el acero.
La luz que lo llena todo es fría, como todo este lugar. El aire es pesado, denso y hace que mi respiración sea dificil y que un sudor frío cubra mi piel.
Busco ese recodo por donde entré aunque las paredes son lisas, duras, y no hay grietas ni ranuras que me hagan ver que puedo escapar de aquí. Hago "toc, toc" con mis nudillos por todos sitios hasta casi sentirlos sangrar, doy patadas esperando que el sonido de la pared cambie... Me duelen las rodillas, los codos, los nudillos, los dedos de los pies... y el eco me devuelve el mismo sonido que reverbera en mis oidos que parecen a punto de estallar.
Todo está limpio, asépticamente limpio y vacío de vida. ¡No hay vida!, ni siquiera visita este lugar una brizna de hierba, una flor pequeñita, un grano de arena, una pequeña y juguetona mariposa...¡nada! Me disgusta esta frialdad, esta luz artificial que lo llena todo y quiero salir. ¿Por dónde vine a parar aquí? ¿Qué puerta crucé?
-¡Quiero salir, quiero saliiiir! -Grito a la vez que el eco.
De repente todo estalla dentro de mí, el grito, el eco, la luz fría y la fría soledad y veo mi cuerpo desintegrarse, rompiéndose en mil pedazos que rebotan, como el eco, en esas paredes frías y lisas que por fin se llenan de vida y se abren a un nuevo día.
Desde aquí, fuera, lo veo todo de forma distinta. A pesar de tanta frialdad, sí que había vida. Yo estaba allí, y...¡Estaba... estoy viva!
5 comentarios:
Claro que sí, de bigbang a bigbang.
Bss!
Eso es lo que tienen los cambios, la metarmorfosis que diría Maria Pan. La crisálida que sale del capullo y después de haber estado encerrada, sale a la vida, a la luz y hay que disfrutar todo lo que la vida nos da.
Besicos muchos.
Ains, a este paso le gano a Kafka, ¡venga cambios y más cambios!, hasta el bing bang se me va a quedar chico, jajajaja
Besicos pa ambos.
Bueno Tere, me gusta mucho tu descripción, pero lo que más me gustA ES EL FINAL. lA LUZ , los latidos de vida... todo es vida.
Pues si, TODO ES VIDA, hasta incluso la muerte es vida, "otra vida".
Un abrazo
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