La vida no es hoy... ni mañana... ni ayer... Es todo eso, unido en un continuo presente. La vida ES. ¿Todo? ¿Nada? Una forma de saberlo es abrir el corazón para aprender a vivirla.

viernes, 12 de abril de 2019

Quiero volar contigo



Quiero volar contigo
por mundos de mil colores,
sentir el viento en nuestra alma
y el fuego en el corazón.
Vivir la ilusión de este momento
en tierra de nadie
montando en caballos dorados
que van hacia el sol.
Escuchar la música
de tus manos en una guitarra
y cantar contigo
en clave de Amor.
Sentir tus caricias
trenzando mi pelo,
olvidando el olvido,
perdonando el dolor.
Entrar en el agua
que limpia caminos
de piedra y asfalto,
andar de tu mano
por todas las vidas
sin que importe
el credo,la raza, el color.
Cambiar la mirada
que observa lo visto
por unos ojos
en cualquier rincón.
Sentir que mi ensueño
es mi sueño
que canta en lo profundo
nuestra propia canción.
Que el río de la Vida
me trae el poema
que abre los pétalos
de nuestra propia flor.
Si todos somos Uno
en este Universo
y cada quién forma
su propio eslabón
y sin él no hay cadena
que forme los mundos...
Dos eslabones que son Uno
somos tú y yo.

El viento...

El viento lleva hojas
encharcadas
sobre las aceras de mi corazón.
Cambia el rumbo
y trae lluvia menuda, alegre,
que limpia los ropajes gastados
de cada estación.
El sol asoma
trás las nubes del pasado
y toda mi vida se hace presente
en este instante,
efímero,
de un tiempo que no existe
y al que le doy forma
y presencia,
como si fuera real.
Nada es lo que parece
y nada existe,
aunque todo es.
Vaivenes en las orillas
de un largo rio
llamado Vida
que nace y desemboca,
para volver a nacer
en algún lugar.
Todo se hace espacio sagrado
donde habito.
Ayer, hoy y mañana
me regalan
la magia del olvido
y del recuerdo,
del momento vivido
en cualquier tiempo,
en cualquier espacio.
Toda mi casa va abriendo
sus resquebrajadas puertas
y ventanas casi oxidadas,
antes cerradas
por temor a vendavales.
Y la luz, sinuosa,
clara y cálida,
va rellenando los huecos
de las sombras,
de los vacíos,
de las aristas pulidas
del desengaño.
Entra el canto vibrando bajito,
moviéndolo todo de sitio,
y amanece una sonrisa
con la primavera.
Mi mano se extiende
y toma la tuya...
El sendero se abre
para andar por él.



Para Marco



Abre la mañana sus ojos
Y caen pétalos de luz
Que acarician tu piel, suave,
De recién nacido.

Sopla el viento
Con ráfagas de alondras
Y cantos de ruiseñor
Anunciando tu llegada.

El agua, clara y plácida
Te lleva a mundos invisibles
De amor y calma.

Presencia de Ser
Que confía en el Universo.
Dignidad asumida
En un acto de Amor eterno.

Centellean Mariposas
En el aire que respiras
Y galopan Arcoiris
En tus mágicos sueños.

Rápidos y libres, hay
Caballos que corren
Bajo las riendas de tus pensamientos
Oropeles de alforjas,
Caminante de fuego,
Llenas de abundancia
Como regalo del cielo.

Y entre las nanas que escuchas
Llevas ahí mi "te quiero"