La vida no es hoy... ni mañana... ni ayer... Es todo eso, unido en un continuo presente. La vida ES. ¿Todo? ¿Nada? Una forma de saberlo es abrir el corazón para aprender a vivirla.

domingo, 24 de enero de 2021

Realidad

 





La mañana se despierta

somnolienta,

buscando el sol del amanecer

tapado entre las brumas

de la ignorancia. 

El silencio grita, 

porque le duele

ese vacío de dolor,

de miedo,

donde lo esconden.

El corazón galopa,

como si el cuerpo

fuera una llanura

por recorrer,

y le faltara tiempo 

para verla entera.

No hay tiempo. 

No hay espacio.

Solo un vacío infinito

donde todo se mueve

y se genera

y se transforma

en ésto que llamamos 

Realidad


Canto


                                   



Canta la mañana
al silencio de la noche. 
Y el viento racheado 
a la brisa que el mar mueve. 
Canta el pájaro despierto 
al que en su nido duerme
y el leño apagado
al crepitar de la llama
que anida dentro.
Cantan las hojas que caen
a aquellas que aún están 
agarradas a la rama,
y el agua de la cascada
al cauce que la contiene.
Canta el mar al río 
y el río a la montaña
y escucho el canto de la tierra
que es Uno conmigo,
aún sin entender nada.
Solo escucho, siento y Soy. 





Poemas

 



¿Cuántos poemas quedaron en mi pensamiento,  ocultos en el fondo de mi mirada, como abortos callados, clandestinos, que no se vieron reflejados en la palabra?

Hice poemas al día  y a la noche; el sol, la luna y las estrellas; a la fuente, al río,  las cascadas, lo árboles,  las flores, los frutos y la tierra. Canté al fuego, al viento, al amor, a la vida... Más todos quedaron ahí,  sepultados en el olvido del momento y en la tenue caricia de  la brisa.

Las campanas de la Iglesia,  marcando la hora, me traen de nuevo aquí,  a este lugar donde me habito. Y no sé si la vida me sonrie y me abraza o soy yo la que le abrazo y le sonrío. 

Y pienso en los poemas que otros poetas guardaron en su mente, ocultados a los ojos que los ven y a la voz que les hace vibrar y les pone melodías.  Todos quedaron agazapados,  escondidos como niños asustados, cantándole al amor, a la vida...

El tiempo los engulle y se olvida su presencia. 

Hay otros versos, otras palabras, otras miradas, otros poetas.