Y hasta que no llegue a esa alma impersonal, asumiré lo que venga y como venga.
Siempre nos dijeron que había que ocultar el dolor, la rabia, la muerte... todo aquello que no entra dentro de las normas establecidas, ¡siempre hay que estar bien y mostrar la mejor cara! Pero, ¡caramba!, es que ¡cuando duele...duele!
Y así voy rodando por la cara que veo de la vida, no sé si hacia arriba o hacia abajo, de todas formas da igual... si voy hacia abajo se desprenderá de mí todo lo que no me sirve, si voy hacia arriba seré yo la que vaya soltando todo aquello que me impide subir con cierta facilidad. En un caso u otro, me desprenderé de lo que no me sirve y cogeré en cada momento lo que necesito.
¿Y porqué tanto miedo a la muerte, si muero cada día? Mis células se renuevan constantemente y para eso las que hay deben morir. Como dice Jodorowsky, no soy la misma que cuando nací. Cada año, mis células se renuevan por completo... así que, tenga la edad que tenga, mis células solo tienen un año. Jajajaja ¡Ya decía yo que a veces me sigo sintiendo niña!
Es paradójico que también está el miedo al cambio, cuando cambio a cada segundo.
Si lo pienso, todos los miedos son a aquello que hago, sin darme cuenta siquiera, a cada momento.
Mejor dejo de pensar y sigo rodando.
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