La vida no es hoy... ni mañana... ni ayer... Es todo eso, unido en un continuo presente. La vida ES. ¿Todo? ¿Nada? Una forma de saberlo es abrir el corazón para aprender a vivirla.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Reinventándome








Estoy en el punto de reinventarme de nuevo.

Todo aquello que me enseñaron y en lo que creí durante tanto tiempo se ve desmoronando y cayendo por su propio peso. A veces me puede la rabia por ser tan crédula, otras me invade la calma más absoluta, a veces me rindo y me dejo llevar y a veces me levanto y lucho contra mis propios molinos de viento. Lo veo todo absurdo, vacío, extraño y también me siento absurda, vacía y extraña para conmigo misma. Siento como si el suelo se abriera a mi paso y estuviera dando pasos en no sé dónde, si es que en realidad los doy.  Es como cuando pones fichas de dominó haciendo alguna figura y de pronto una ficha cae y a su caída le siguieran todas las demás hasta no quedar ninguna en pie.
Todo es pura ilusión, todo es puro cuento, todo es mentira, y ahora…qué…
Hasta no hace tanto creí en ese Dios Padre que está fuera de mí, que te ve desde arriba y que te premia con el cielo si te portas bien y con el infierno si no lo haces. Un infierno lleno de llamas con un ser diabólico todo rojo con cuernos y rabo que te pincha con un tridente. Y un cielo azul con un suelo blando formado por nubes esponjosas y limpias, todo lleno de ángeles y seres bondadosos. Esa era la imagen. Y creí en la Biblia, en la sociedad, en el bien y en el mal tal y como me lo habían pintado, en la pareja, en el Amor a l@s demás (no a mí misma, porque eso era egoísmo…y al infierno derecha), creí en la vida y en la muerte, en el pecado y en la culpa. Creí, de verdad, en que Jesús, Buda y todos los demás, eran seres que habían existido realmente, que cada uno de enero comienza un nuevo año, que puedo confiar en lo que me dicen porque es la verdad del otr@ y nadie puede mentir con conciencia, que la serpiente era mala, que…
Y de pronto empiezan a caer las fichas de dominó, los velos que tapaban todo, las gafas llenas de cristales que en vez de ayudarme a ver lo impedían. Y se me presenta la sociedad y sus normas como una forma de mantener a las ovejas dentro del rebaño (y cuidadito con pensar o sentir por ti misma) que la pareja se creó solo para manipular y controlar los nacimientos de nuevos seres, que la sexualidad la ponían tan mala para controlar nuestra energía y nuestra creatividad, entre otras cosas, reduciéndola a los genitales cuando abarca desde la punta del pie hasta el último pelo de la cabeza y está dentro y está fuera, que me ayuda a conectar conmigo misma y con la sabiduría que me habita. Y se me presenta la religión y lo que me hicieron creer al pie de la letra y veo que toda ella está basada en mentiras, o mejor, en memorias ancestrales desvirtuadas. Que el 25 de diciembre se celebra el nacimiento del Sol después de estar tres días, del 21 al 24, parado en el horizonte, de ahí los tres días de oscuridad. Que Eva no nació de la costilla de Adán sino que ambos fueron ¿experimentos de laboratorio? Que el año, como la tierra o el agua, no tiene límites y no empieza ni acaba en ningún sitio, que Semana Santa no es lo que me enseñaron y la fiesta de San Juan es otra cosa y no precisamente la quema de la bruja, que la bruja es una mujer sabía y no una mujer mala, como tampoco lo es la puta. Que la serpiente no es la que miente y te hace salir del paraíso sino la que te abre a la consciencia para que puedas discernir entre uno y otro conocimiento, que ese dios que veía fuera está dentro de cada ser que habita el Universo, de ahí que puede ver todo lo que hago, pienso, digo y siento. Que nadie me culpa y a nadie perdono si no es a mí misma. Que amo a través de mi y cuando lo hago a través del otr@, lo esclavizo y me esclavizo. Y se me presenta la política y lo medios de comunicación como una mentira más adornada de bellas palabras, cuando son manejadas desde la sombra por quienes realmente tienen el poder basado en el dinero. Que política y religión, entre otros, nos controlan a través del miedo, nada mejor para que no nos salgamos del redil.
Y se me presenta la Vida y la Muerte como solo una ilusión más, al igual que la Palabra, la antigua forma de pensar o la de la Nueva Era.
Todo es ilusión, todo es mentira, todo es una farsa que me lanza a un abismo desconocido, donde nada se sostiene. Estoy cansada, agotada, perdida…Todo es mentira…incluso todo lo que aquí digo, todo es una ilusión.
Y ahora… ¿qué? ¿Qué o quién soy, que hago aquí, si es que yo o el aquí existe? ¿Qué es todo esto? ¿Cómo despertar de este sueño en el que me veo metida?
Y ahora… ¿qué?              
Solo me queda reinventarme. Pero tranquila, todo será de nuevo una ilusión, todo será de nuevo mentira. Solo un sueño dentro de otro sueño, dentro de otro sueño…





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