Añoro el mar salado
en un cielo azul
que difumina el campo que verdea.
Huele a mar en el aire
que abraza quedamente
a los olivos.
Mi corazón lo envuelve
en cada suspiro
y mi alma lo acuna
con una canción
de épocas doradas,
donde sólo existían
el mar, el sol y Dios.
en un cielo azul
que difumina el campo que verdea.
Huele a mar en el aire
que abraza quedamente
a los olivos.
Mi corazón lo envuelve
en cada suspiro
y mi alma lo acuna
con una canción
de épocas doradas,
donde sólo existían
el mar, el sol y Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario