Sombras de luz y viento
veo sobre mi almohada.
Gotas de tul y escarcha
acarician mi sien.
Somnolienta,
busco la mirada al infinito
y no responde a mis ojos.
Un manto hecho de brisa
me envuelve,
la luna, cómplice, sonrie al río
y les miro,
yo les miro desde la sombra.
El mar embravece,
y en su gruta secreta
guardo su furia
bajo un alfiler.
Un gran ojo profundo me seduce
y mi alma, vacía de mundo
le entrega su luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario