El espíritu del viento
me transforma,
me seduce y me engaña,
y yo, me dejo llevar.
Cierro los ojos y vuelo,
el jazmin me embriaga,
y el trigo me envuelve
con verde añoranza,
toco el aire aterciopelado de la noche
que huele a magnolias
y aromas de mar.
Oigo el rumor de la tarde, de niños que juegan
en grises aceras de sabor amargo,
y el murmullo del río
con sabor a pan.
Y yo... me dejo llevar
La tarde sube pendientes
jalonadas de escarcha,
y una rosa solitaria
me escucha al pasar.
La luz se filtra en mi cielo
tupido de dudas,
un dondiego me abre sus puertas
en la oscuridad.
Y yo... me dejo llevar.
El espejo del tiempo
me muestra sus dados
cargados de miedo,
dos caras de viento
y una de azar.
Con los ojos caídos
vuelo en silencio,
y la noche se abre
como flor de azafrán
Y yo... me dejo llevar
me transforma,
me seduce y me engaña,
y yo, me dejo llevar.
Cierro los ojos y vuelo,
el jazmin me embriaga,
y el trigo me envuelve
con verde añoranza,
toco el aire aterciopelado de la noche
que huele a magnolias
y aromas de mar.
Oigo el rumor de la tarde, de niños que juegan
en grises aceras de sabor amargo,
y el murmullo del río
con sabor a pan.
Y yo... me dejo llevar
La tarde sube pendientes
jalonadas de escarcha,
y una rosa solitaria
me escucha al pasar.
La luz se filtra en mi cielo
tupido de dudas,
un dondiego me abre sus puertas
en la oscuridad.
Y yo... me dejo llevar.
El espejo del tiempo
me muestra sus dados
cargados de miedo,
dos caras de viento
y una de azar.
Con los ojos caídos
vuelo en silencio,
y la noche se abre
como flor de azafrán
Y yo... me dejo llevar
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