-Soy la Vida
¡Ven conmigo!
-Voy contigo
¿No me ves?
Una mano caida hacia abajo
agarrada a no sé qué
y en la otra...
En la otra tu tesoro,
una copa cristalina
oro liquido hasta arriba
que como amante, cautivo
dispuesto, te tiene,
bien sujeto,
oradando tu cerebro,
dejando solo en tu cuerpo
el pellejo
-¡Otra copa vinatero!
-¡Cambia ahora!
-¡¡No!!
-Atiende:
Es tu Vida la que bebes,
es tu sangre que rebosa,
que se va,
que no vuelve,
¡llámala!
¡Aún es hora!
¡Vuelve!
-Soy la Vida
¡Ven conmigo!
-Voy contigo
¿No me ves?
Una mano caida hacia abajo
aferrada a no sé qué
y en la otra...
En la otra casi nada,
tu tesoro cristalino
apenas puedes beber
y tu mente acorralada
va buscando entre tinieblas
su veneno
¡sin querer!
Aún no es tarde
¡soy la Vida,
ven conmigo!
Alejate de tu amante
que como pulpo gigante
quiere hacerte huir con él
¡Vuelve! ¡Vuelve!
¡Ven conmigo!
-Voy contigo
¿no me ves?
Una mano caida hacia abajo
y la otra...
la otra... no lo sé.
¡Ven conmigo!
-Voy contigo
¿No me ves?
Una mano caida hacia abajo
agarrada a no sé qué
y en la otra...
En la otra tu tesoro,
una copa cristalina
oro liquido hasta arriba
que como amante, cautivo
dispuesto, te tiene,
bien sujeto,
oradando tu cerebro,
dejando solo en tu cuerpo
el pellejo
-¡Otra copa vinatero!
-¡Cambia ahora!
-¡¡No!!
-Atiende:
Es tu Vida la que bebes,
es tu sangre que rebosa,
que se va,
que no vuelve,
¡llámala!
¡Aún es hora!
¡Vuelve!
-Soy la Vida
¡Ven conmigo!
-Voy contigo
¿No me ves?
Una mano caida hacia abajo
aferrada a no sé qué
y en la otra...
En la otra casi nada,
tu tesoro cristalino
apenas puedes beber
y tu mente acorralada
va buscando entre tinieblas
su veneno
¡sin querer!
Aún no es tarde
¡soy la Vida,
ven conmigo!
Alejate de tu amante
que como pulpo gigante
quiere hacerte huir con él
¡Vuelve! ¡Vuelve!
¡Ven conmigo!
-Voy contigo
¿no me ves?
Una mano caida hacia abajo
y la otra...
la otra... no lo sé.
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