El día está triste
y el cielo llora
incansable
lágrimas incoloras
de infinita
tristeza
y el cielo llora
incansable
lágrimas incoloras
de infinita
tristeza
Diluvia la vida
entre gota y gota,
rebosante,
plena,
sin importarle
la tristeza de la aurora
apenas entreabierta.
Aún las luces de los coches
rafaguean
asustadas
en dirección a ninguna parte
entre la niebla.
Y la sombra de los nombres
cobija con ternura
la ausencia.
Escucho en el silencio
cada gota
como un susurro
que abre la tierra
cobijada entre arriates,
cada susurro de viento
que abraza el árbol desnudo,
cada ola de hierba.
entre gota y gota,
rebosante,
plena,
sin importarle
la tristeza de la aurora
apenas entreabierta.
Aún las luces de los coches
rafaguean
asustadas
en dirección a ninguna parte
entre la niebla.
Y la sombra de los nombres
cobija con ternura
la ausencia.
Escucho en el silencio
cada gota
como un susurro
que abre la tierra
cobijada entre arriates,
cada susurro de viento
que abraza el árbol desnudo,
cada ola de hierba.
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