Voy buscando
en mi oscuridad
un sendero,
una luz,
un norte,
una veleta,
un camino
que me lleve
a algún destino.
Quizá algún día,
alguna vez,
llegue
sola,
en la oscura y negra
soledad de la noche,
en el silencio sordo
y torpe de la noche,
entre tinieblas,
o quizás
entre sábanas de luz,
entre niebla gris y húmeda...
A esa vida hoy perdida,
a ese aliento
que no encuentro,
a esa soledad acompañada,
a ese silencio sonoro,
a esas tinieblas
de velos descorridas,
a esa vida...
¡Mi vida!
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