Huele a tierra mojada
entre los olivos.
El sol, en lo alto,
habla de sombras que se ocultan.
Las aguas del arroyo
salpican y serpentean
el camino pedregoso
y sin retorno
de su vida,
¡tan monótona!
¡tan distinta!
El almendro ya está en flor,
un jilguero canta
sus penas de amor
a quien no le responde
y la perdiz reclama
con su canto
otro amor que pasa
tras los barrotes
que aprisionan su vuelo.
El aire azul espesa la tarde
cargada de perfumes
y trozos de algodón errante.
Mientras, huele a verbena,
a romero, a manzanilla,
a vida recién abierta
¡a primavera!
entre los olivos.
El sol, en lo alto,
habla de sombras que se ocultan.
Las aguas del arroyo
salpican y serpentean
el camino pedregoso
y sin retorno
de su vida,
¡tan monótona!
¡tan distinta!
El almendro ya está en flor,
un jilguero canta
sus penas de amor
a quien no le responde
y la perdiz reclama
con su canto
otro amor que pasa
tras los barrotes
que aprisionan su vuelo.
El aire azul espesa la tarde
cargada de perfumes
y trozos de algodón errante.
Mientras, huele a verbena,
a romero, a manzanilla,
a vida recién abierta
¡a primavera!
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